jueves, 25 de febrero de 2016

El mundo de Michael Rosen

Michael Rosen, autor del libro de Ediciones Ekaré: Vamos a cazar un oso (1993), es narrador, locutor, poeta, profesor y un reconocido escritor de libros para niños. En 2013 compartió con el periódico inglés The Telegraph aspectos de su vida. Hemos traducidos algunos fragmentos para descubrir su mundo particular.  


Rutina

Lo más importante de mi rutina diaria, es que no tengo una. Puede que esté trabajando en un programa de radio, visitando una escuela, dando clases, charlas, o ensayando para un show de poesía y música. Las mañanas comienzan con un baño, café, avena y pasas, seguido de muchos libros y papeles en el bolso. Si voy a recitar, suelo tararear y masajear mi cara. El almuerzo me agarra en medio de un montón de cosas: soy partidario de los pastelitos de manzanas del colegio. Tengo que luchar con el adormecimiento a las dos de la tarde: unos trabalenguas siempre ayudan. 

Historias populares

The Amazing Pranks of Master Till Eulenspiegel (Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel) es una colección de historias populares de Alemania, y uno de los libros más importantes de mi niñez. Es la historia de un campesino que estafa a hombres acaudalados. Incluso cuando está a punto de ser atrapado, logra escabullirse, recordándole a la gente del pueblo que le está permitido cumplir un último deseo. Cuando le preguntan qué quiere, él contesta: "deben venir a mi tumba después de colgarme y besar mi trasero tres veces antes del desayuno". Ellos se niegan, claro está. Entonces Till dice: "bueno, entonces no me pueden ahorcar", y sale corriendo.  


Ilustración

Esta es mi ilustración favorita de Emil and the Detectives (Emilio y los Detectives), una novela para niños de 1929, escrita por el alemán Erich Kästner. Es la historia de un chico que pide la ayuda de sus amigos para frustrar un robo de banco. Este fue otro de los libros importantes de mi niñez. 

Poesía 

Comencé a escribir poesía cuando tenía quince años. En mi casa era una sensación escribir poesía. La chispa se activó con el libro de James Joyce Retrato del artista adolescente y los poemas de D.H. Lawrence y Gerard Manley. La poesía te permite acceder a cosas que han pasado en tu vida de una manera sutil y experimental. 



Comienzos 

Cuando publiqué mi primer libro para niños, Mind Your Own Business (1974), había todavía una poesía ligeramente melancólica, Walter de la Mare es ejemplo de esta poesía lírica. Yo fui uno de los primeros poetas que utilizó las propias experiencias de la infancia y las traduje al lenguaje que los niños usan. La idea de que pudiese escribir cosas mundanas como lavarse los dientes era algo nuevo. 

Eddie 

Perdí a mi segundo hijo cuando tenía dieciocho años. Tenía fiebre y parecía una especie de gripe. Se fue a dormir y no regresó. Murió de meningococemia. Más tarde, me crucé con una postal de un hombre cargando un elefante, y pensé: "ese soy yo". Esa postal inspiró mi antología para adultos: Carrying an Elephant: A Memoir of Love and Loss (2002). Escribir me ayudó a comprenderlo todo. Si algo horrible pasa, hay una completa ausencia de sentido. ¿Por qué sucedió? ¿Por qué a mí? Y luego te das cuenta de que no te ha pasado solo a ti. Ser padre de nuevo alivia un poco el dolor, aunque nunca lo elimina del todo.




Caja y Pintura

Papá hizo esta caja de madera en 1950. Mamá la utilizaba para guardar las cartas que él le enviaba desde Alemania, mientras servía en el Ejército de Estados Unidos en la ocupación de 1945-1946. Durante mi niñez, la caja estuvo en un armario al final de la escalera, junto a las máscaras de gas. Hace diez años, papá dijo que había botado las cartas, lo cual me entristeció mucho porque nunca tuve la oportunidad de leerlas. 

Esta pintura de James Mackinnon representa un edificio al borde del parque London Fields. Los edificios de noche son agradables en la ciudad. Es algo sobre los seres humanos, personas que se establecen tomando té, discutiendo, niños yendo a la cama. Me da una cálida sensación de comunidad. 


                           

Publicado por The Telegraph en 2013. Traducción realizada por Careny Galarraga

viernes, 12 de febrero de 2016

Un estilo propio: entrevista a Helen Oxenbury

Compartimos con ustedes una entrevista a Helen Oxenbury, ilustradora de los libros de Ediciones EkaréVamos a cazar un oso (1993) y Los tres lobitos y el Cochinito feroz (1994). En 1999 recibió su segunda Medalla Kate Greenaway por sus divertidas y originales ilustraciones. En esta entrevista para la revista Booklist, revela aspectos de su historia, influencias e intereses. 


¿Cómo te convertiste en artista? 

Mi padre era arquitecto y pintaba todo el tiempo. Mi hermano y yo dibujábamos mucho cuando éramos pequeños. No sé realmente cómo pasaron las cosas. Pero luego del colegio, que odiaba, fui a una escuela de artes.
¿Tus padres te alentaron?

Mi padre sí. Pero mi madre pensaba que debía formarme como secretaria. Ella no tenía muchas esperanzas en mi trabajo como ilustradora. Así que estudié dos años en una escuela de arte local y después me fui a Londres, en donde me especialicé en diseño de teatro.

¿Tus profesores del colegio te apoyaban?

Mis profesores no consideraban que pintar o dibujar era algo importante. Para ellos era simplemente dar clases de pintura una vez por semana. 

Tu primer libro para bebés se convirtió en un clásico. Cuando decidiste hacer este tipo de libros, ¿lo hiciste por placer o sentías que había un vacío en este género?

Tuve una hija. Ella nació el mismo año en el que se fundó Walker Books. Sebastian Walker, fundador de la editorial, me preguntó si quería hacer un libro de cartón para bebés. Esa propuesta se unió con el hecho de que no conseguía libros para mostrarle a mi hija. Me tomó mucho tiempo encontrar un estilo apropiado para ese formato. Hacer dibujos sencillos no es tan fácil como la gente cree. Es increíble cómo me costó tener un estilo propio. Yo no pruebo mi trabajo con mis hijos. Ellos normalmente no quieren estar involucrados. Pero en esa época Ems tenía seis u ocho meses, así que lo hice. De esa manera empezó todo.



La familia es importante en tus libros. Lo podemos ver en Vamos a cazar un oso y En casa de los abuelos. ¿Te sientes atraída por este tipo de historias?

Bueno, supongo que me atraen las cosas que conozco. Mis padres vivían al lado y yo observaba cómo mi hija pequeña se relacionaba con ellos. La escena en donde el abuelo se levanta luego de rodar debajo de la mesa es real. Así fue cómo surgió ese libro. Me siento atraída por las historias de familias reales.

 ¿Cómo se dio Vamos a cazar un oso?

Yo no conocía a Michael Rosen, el autor del libro. Él iba a las escuelas a cantar la canción y a jugar con los niños. Mi editor de Walker Books, David Lloyd, le dijo que debía escribir la historia. Cuando Michael terminó el manuscrito, mi editor me lo mostró. Pensé que era una historia maravillosa para un libro álbum porque el texto no revela mucho de la historia. Las ilustraciones son tan importantes como el texto. 
¿Es eso lo que buscas en un manuscrito?

Creo que cuando recibes un buen texto, ese es uno de los elementos que contiene. Los textos tienen una carga y la ilustración juega un papel importante: complementa y aporta elementos por sí misma. 





¿Qué crees que debería hacer un libro-álbum?

Debe interesar tanto a los niños que ellos quieran saber desesperadamente qué dice en el texto. Y las ilustraciones pueden ayudar a eso. Ellas son un paso determinante para la lectura. 

Cuando estás haciendo un libro y desarrollando el diseño, ¿piensas en ese proceso? ¿Cómo conviertes una idea en un libro?

Va evolucionando. Es difícil explicarlo porque no siempre es igual. Algunas veces puede ser una súbita inspiración, lo cual es muy raro, pero puede pasar. Hablo mucho con el director de arte de Walker Books, quien es brillante, también hablo con mi editor. Pruebo muchas cosas. Normalmente tengo una pila de desechos "artísticos" que duplican el tamaño del libro final. Es un proceso creativo que evoluciona con el tiempo. 
¿Tienes tiempo para hacer libros que en verdad te gusten?

Nadie me presiona para hacer las cosas. Sería realmente inútil apurar un libro antes de que yo haya pensado lo suficiente. También es cierto que uno puede pensar mucho y no encontrar una manera de hacer el libro. 
¿Con cuáles escritores te gustaría trabajar?

Me encantaba Russell Hoban. Me gusta Roald Dahl, pero no necesita ilustración. Quentin Blake es maravilloso, así que Dahl está tomado, por decirlo así. Me gustan muchos las ideas de mi esposo (el ilustrador John Burningham). Los temas y las historias que crea son excelentes para los libros. 





¿Qué piensas de los libros que ves en las bibliotecas y librerías?

Tengo la impresión de que hay un mar de mediocridad. Cientos y cientos de libros para niños, demasiados. Hay una cantidad espantosa de libros buenos, pero hay otra cantidad que no lo es. 

¿Alguna vez te has sentido obligada a pensar en los aspectos políticos y sociales que pueden surgir en los libros?

En algún punto pienso en eso, pero, generalmente, me concentro en reflejar las cosas como son, como las conozco, y no como me gustarían que fueran. Pienso que es más reconfortante ver que las cosas pueden salir mal a veces, que así es. Eso te hace sentir que no eres el único con problemas. Por eso uso el sentido del humor. No quiero hacer libros didácticos. 

Tú y tu esposo son muy afortunados de poder vivir haciendo libros para niños. Eso es muy raro. 

Somos muy afortunados. Hay muchos otros: los Ahlbergs (Janet y Allan Ahlberg), Colin McNaughton. Pero sé que para la mayoría es muy difícil. Veintitrés años atrás, cuando comencé, había muy pocos ilustradores. Y nosotros pudimos construir una reputación. Pero empezar ahora debe ser terriblemente difícil. La competencia es enorme. Fui sumamente afortunada de comenzar en esa época. 

Wilms, Denise (1990). The Booklist Interview: Helen Oxenbury. Publicado en Booklist V. 86, N°14, pp. 1454-1455. Texto cortesía del Centro de Documentación del Banco del Libro